¡Muchos traductores y no traductores ya estamos confundidos! Si bien ahora se supone que palabras como “solo” y “este” no deben ya acentuarse, también ahora nos dicen que esas observaciones son tan sólo “propuestas normativas”. Esto quiere decir que se trata no de reglas, sino de consejos. Aquí la nota.
Sea como sea, en medio de la transición, como traductora tengo que mantenerme alerta para no acentuar, pero después de tantos años enfocándome justo en lo contrario, todavía me tiembla el dedo sobre la tecla del acento. Y estoy segura de que no soy la única a quien le ocurre.
Cuando menos vamos de gane, porque ya estamos de acuerdo en que las mayúsculas sí se acentúan y eso llevó también su tiempo. Conozco gente que todavía escribe solo con mayúsculas para evitarse los acentos…
… de cualquier manera estas reflexiones se dan porque el español es una lengua viva, que está en constante evolución. Y, aunque la RAE define lengua viva como “la que actualmente se habla en un país o nación”, la realidad es que la lengua viva es la que vive a través de sus hablantes y son los hablantes los que la hacen suya. Son “495 millones de personas las que tienen al español como lengua propia” y de entre ellas, seguramente hay muchísimas que signe batallando con “solo” y “este”, entre muchos otros usos. ¡Y si pensamos que se dice que en tres o cuatro generaciones el 10% del mundo se entenderá en español, pues vale la pena irnos acostumbrando al buen uso del mismo, o al menos hacer un esfuerzo consciente para hacerlo lo mejor posible!
Está bien, como hablantes, como traductores o correctores de estilo, incluso como intérpretes la vida de la lengua nos mantiene vivos y alertas en cuanto a la forma en que nos expresamos verbalmente y por escrito.