Intérprete de Conferencias
En la interpretación profesional (también conocida comúnmente como “traducción simultánea”), como en cualquier disciplina o profesión, hay “herramientas básicas” sin las cuales no se puede trabajar. ¿Qué sería de un pintor sin su brocha? ¿Qué sería un doctor sin su estetoscopio? ¿Qué sería de un intérprete profesional (traductor simultáneo) sin su voz o sin su oído? El intérprete no es solamente un profesional de los idiomas, es también un profesional de la voz. Un profesional del oído.
Cuando estudiamos para ser intérpretes, normalmente no se nos enseña la importancia que tienen dichas herramientas en el desempeño y calidad de nuestro trabajo, o no se les da la auténtica relevancia que en la traducción simultánea tienen. Cada vez se hace más conciencia e hincapié en incluir este tipo de temas en los planes de estudio. La teoría es importante, sin embargo, también lo son la técnica y la práctica. Parte clave de la práctica es el conocer métodos de pronunciación, de velocidad. Sin embargo, no podemos dejar de lado la importancia que tiene el conocer acerca cuidado de la voz y de cuidado del oído, un intérprete con mala voz es como un traductor con mala ortografía.
Los interpretes profesionales somos totalmente falibles, no tenemos un solo factor bajo nuestro control. Sin embargo, el hecho tener aquello que sí está en nuestras manos, en condiciones lo más óptimas posibles, hará que nuestro trabajo fluya mejor, sea exitoso y que nuestro cuerpo esté bien al llevarlo a cabo.
En esta entrada sobre traducción simultánea (interpretación), buscamos compartir con ustedes el dato de que existen ejercicios y prácticas que nos ayudan a cuidar nuestras cuerdas vocales, garganta y pulmones para a prevenir situaciones que un dado caso afecten nuestra vida de intérpretes profesionales. Un intérprete sordo o mudo no puede trabajar.
¿Cuáles son algunos síntomas de deterioro o daño de la voz para el intérprete (traductor simultáneo)? ¿Cómo los podemos prevenir? Existen focos rojos que nos indican que algo no está bien con nuestra voz al momento de estar interpretando. Por ejemplo, ronquera, carraspera, resequedad, silbidos inconscientes al hablar, dolor de garganta, bajo volumen, entre otros. Aun cuando no presentemos ninguno de estos síntomas, debemos cuidarnos.
Aunque no reparemos en ello, es necesario asistir con frecuencia con un médico para que supervise el estado de nuestras cuerdas, exacta y precisamente como en el caso de un cantante, por ejemplo (también un profesional de la voz). Un otorrino o un médico foniatra podrán asesorarnos y revisarnos.
Hay diversos ejercicios sencillos que como traductores simultáneos podemos incluir en nuestra rutina de trabajo para calentar los músculos y prepararlos para hablar durante, cuando menos, media hora sin parar, a un ritmo que el intérprete no elige, sino más bien sigue. El orador impone su ritmo.
Dichos ejercicios no llevan más de siete minutos y harán la diferencia en el desempeño y futuro de nuestra carrera como intérpretes profesionales (traductores simultáneos). El intérprete no es solamente un profesional de los idiomas, es también un profesional de la voz. Y sin nuestra voz, no podemos desempeñar nuestro papel en el mundo de la correcta comunicación oral como lo hemos venido haciendo por años y años.
Hemos citado a lo largo de este texto al Lic. Sergio Alarcón, intérprete profesional y experto del cuidado de la voz. Para más información o para escuchar a Sergio en persona. Escucha Aquí
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Nota. Es tan común que a los intérpretes profesionales nos llamen “traductores simultáneos” que por esa razón lo hemos incluido repetidamente entre paréntesis. Si bien no es la manera más adecuada de llamarnos, sí suele ser extraordinariamente frecuente.