Los Procesos de Nuremberg son referente obligado en la historia de la interpretación moderna, particularmente de la interpretación simultánea. Uno de los momentos de mayor tensión fue, sin duda, el momento en que se dictó sentencia a los acusados. La vida de aquellos hombres pendía de un hilo. En su libro titulado El Proceso de Nuremberg, Heydecker, J.J y Leeb J. describen de la siguiente forma el momento en que Hermann Goering recibía su sentencia: - ¡Acusado Hermann Wilhelm Goering! En vista de los cargos del Acta de Acusaciones de que ha sido usted declarado culpable, el… – comenzó a traducir la voz monótona del intérprete. Pero en aquel momento, Goering hizo una seña con ambas manos. No entendía nada. El sistema de traducciones simultáneas presentaba un fallo. Rápidamente acudió un técnico que reparó la avería. - ¡Acusado Hermann Wilhelm Goering – empezó de nuevo la voz del presidente -. En vista de los cargos del Acta de Acusación de que ha sido declarado culpable, este Leer más...