En años recientes se ha hablado mucho sobre el balance de vida laboral y personal. Si bien los intérpretes y traductores no escapan al desbalance en este aspecto, estar activo en el mundo laboral como empleado o profesional independiente implica, de por sí, un riesgo a caer en la tentación de anteponer el trabajo a la vida familiar y personal.
El desbalance puede derivarse de una mala planeación en las actividades laborales o la simple ambición en un mundo laboral competitivo; pero sea cual fuere la razón, se ha visto que hay un precio a pagar porque situaciones de fatiga crónica, menor desempeño, deterioro de los vínculos afectivos, apoyo social, humildad, humor autoestima y mayor estrés son tan solo algunos de los aspectos que trastoca el desbalance.
Algunos modelos que consideran las distintas dimensiones de la calidad de vida laboral consideran el aspecto psicosocial con la relación familia-trabajo-tiempo libre-ocio como uno de los cuatro aspectos fundamentales.
Se ha escrito mucho material al respecto, y en esta entrega quisiéramos compartir algunos consejos para lograr un mejor balance:
1. Planear
2. Aprender a decir no
3. Dejar el trabajo en el trabajo
4. Darse un respiro
5. Compartir la carga de trabajo
6. Toque de queda (observancia del horario)
7. Concentrarse
8. Ser puntual
Yo agregaría:hacer una lista de lo que es negociable y no negociable en nuestra vida con base en nuestras prioridades personales y laborales puede ser de gran utilidad. Hace poco yo daba como ejemplo que en mi vida como intérprete profesional los viajes back to back no son negociables. Un día o dos en casa para estar con la familia son fundamentales. También hacía énfasis en involucrar a la familia en aspectos de la vida laboral que hagan de nuestra actividad un fuente más de vínculo: mi hija jugaba a ser intérprete desde chiquita aun cuando ahora sus intereses laborales nada tienen que ver con la interpretación. Así cada quien puede hacer su lista de lo negociable y no negoiables, además del resto de consideraciones personales, y eso nos ayudará a mantenernos enfocados.
Cuando pensamos en balance de vida personal y laboral tendemos a centrarnos en reducir o eliminar el estrés como cura mágica; sin embargo, el estrés no está en la lista. El estrés es una respuesta adaptativa y estará presente, lo queramos o no, en el entorno laboral. Sin embargo, algunos autores expresan que los factores emocionales, conductuales y cognitivos pueden actuar como “amortiguadores” del estrés. Aspectos tales como la autoestima, autonomía, percepción de autoeficacia, apoyo social, emocional, material o físico, humildad y humor pueden ser un buen amortiguador para el estrés. Y eso se nutre a partir de un buen balance y el buen balance debe ser construido por cada uno de nosotros.
De manera que lo que hay que hacer es poner manos a la obra, no esperar que las cosas simplemente se equilibren por sí solas. La lista detallada de los 8 consejos se puede consultar en el siguiente link , clic aquí.