Cuando se piensa en interpretación, la imagen que suele venir a la mente es la del trabajo en entorno de conferencias, con cabina y micrófonos. Sin embargo, el trabajo del intérprete profesional muchas veces tiene lugar en ambientes más prácticos, de campo.
El trabajo en campo suele abarcar los entornos más increíbles, desde plataformas petroleras hasta rastros, minas, hospitales, escuelas, cocinas, centros penitenciarios, laboratorios de todo tipo, plantas procesadoras o de manufactura de todo tipo de productos, salas de juntas, talleres de reparación, campos de cultivo o entornos de pesca, entre muchos otros. En fin, donde quiera que se necesite que la comunicación fluya entre gente que no habla la misma lengua.
Sin embargo, ¿qué se debe tomar en cuenta para entornos de este tipo? ¿Qué debe tomar en cuenta el intérprete pero también el cliente?
Es común que no se haga diferencia entre un trabajo en entorno de conferencia y de campo, en cuanto a consideraciones particulares de cada uno. Sin embargo, con más de 25 años en el campo considero que eso es un grave error en el que incurren frecuentemente las partes involucradas en la contratación de intérpretes de campo.
El tema es amplio, de manera que lo dividiremos en tres entregas además de esta. Hablaremos de los expertos bilingües en el campo, aspectos a considerar por parte del cliente y aspectos a considerar por parte del intérprete.
En esta ocasión, la entrega es para abrir boca y simplemente hablaremos de la diferencia entre un intérprete en el campo y uno en sala.
La primera diferencia es que el intérprete de conferencia en sala, trabaja en un lugar fijo, habitualmente una sala de juntas o congresos. Su área de trabajo suele estar en una cabina o media cabina o en una mesa. Trabaja para unas cuantas personas o un grupo grande. Quizás, para fines de esta reflexión, lo más importante es que se encuentra en un lugar fijo en un ambiente esencialmente controlado.
La modalidad habitualmente de trabajo en campo suele incluirse bajo el paraguas de intérprete acompañante, el cual, como su nombre lo dice, acompaña a una persona o a un grupo de personas para facilitar la comunicación. La modalidad simultánea normalmente es la que se relaciona más ampliamente con el entorno de sala de congresos o juntas. Ahí tenemos una segunda diferencia.
Otras diferencias son que la actividad del intérprete en campo, como su nombre lo indica, se realiza en un entorno donde se lleva a cabo una actividad particular que debe observarse de cerca, a veces al aire libre.
En un entorno de campo, la modalidades de trabajo pueden ser simultánea (con el uso de equipo de interpretación portátil), instantánea (sin dicho equipo), fraseo (interpretación de frases cortas) o consecutiva (interpretación de ideas más largas en contextos más completos sin equipo portátil). Ahí empieza el criterio de selección. No podemos dar por sentado que un intérprete que se desempeña bien en cabina en modalidad simultánea lo hará fuera de ella (aunque ya sé que se dirá que un intérprete profesional debiera hacerlo).
El trabajo en campo tiene exigencias particulares que lo hacen distinto al trabajo en cabina; frecuentemente es en sitios remotos, implica trabajo de pie, sin un sitio fijo, normalmente incluye temas técnicos, suele no permitir trabajo de investigación sobre la marcha o apoyo fácil de un compañero y, en muchas ocasiones, implica un trabajo más expuesto, y no hay tanto tiempo para hacer consultas o tomar un respiro porque el paso no lo permite.
El trabajo en campo es, por lo tanto, un contexto demandante en el trabajo del intérprete profesional pero con el objetivo final de que las personas se puedan comunicar en un entorno que exige estar ahí, en el lugar preciso en el momento indicado.