Mucho Más Que Una Voz
Para los intérpretes, como para el resto de los hablantes, parecieran evidentes las partes del cuerpo que necesitamos para hablar, no obstante, hay mucho más acciones sucediendo en nuestro organismo a la hora de hacerlo que la voz misma. Pensamos de primera instancia en la lengua, las cuerdas vocales, las mejillas o los párpados. Sin embargo, utilizamos medios corporales en todo momento que no notamos con el fin de traducir aquello que pensamos en ideas habladas. ¿Qué hay de las manos y los ojos, por ejemplo?
Una persona cuyo objetivo es convencer a otra de una idea, hará especial énfasis en sus movimientos y gesticulaciones. En el mundo de la interpretación profesional, el primordial objetivo del intérprete es la transmisión genuina de la idea expuesta del ponente para el oyente. Y, para lograrlo, el intérprete utilizará como medio de comunicación mucho más que su voz (sus manos, por mencionar un ejemplo). Todos los movimientos que realizamos al hablar no son casuales, sino que transmiten al receptor datos que complementan la información transmitida de manera verbal.
Jana M. Iverson, de la Universidad de Indiana, y Susan Goldin Meadow, de la Universidad de Chicago, comprobaron recientemente mediante un estudio, que los ciegos de nacimiento, a pesar de que carecen de un modelo visual que copiar, gesticulan hasta cuando hablan con otro invidente. Concluyendo así que el habla es mucho más que una idea verbalizada. Es una serie de elementos corporales que se combinan y acompañan para alcanzar un mismo fin, comunicarse.
Si observamos a un intérprete profesional trabajando, podremos ver que su lenguaje va mucho más allá del habla. Se moverá completo para comunicar de la forma más apegada aquello que ve en el mismo lenguaje corporal del ponente frente a él. Y es así como una serie de músculos, expresiones, palabras y movimientos crean un mensaje completo.
Es tan cierto e importante el papel del cuerpo en la comunicación oral, que existe un término llamado “comunicación kinésica”. Ésta se refiere a la forma de comunicación en la que intervienen movimientos corporales y gestos, además de la voz. Y, nos permite comprender lo que está pasando por la mente de alguien al enfrentarse a una situación o al tratar de expresar una idea.
Se dice que el 93% de lo que decimos no lo decimos con la voz. ¡Qué papel tan importante tiene el cuerpo del intérprete en la correcta ejecución de su trabajo! La voz es su recurso infalible, pero no el único. La próxima vez que veamos o escuchemos a un intérprete profesional trabajar, no podremos dejar de pensar o ver lo mucho que dice también su cuerpo…compañero fiel del lenguaje oral.
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